Recetas veganas y vegetarianas

Nos gusta comer bien

Croquetas de calabaza y queso

Croquetas de calabaza y queso

El otoño es perfecto para consumir calabaza, ese vegetal de llamativo color y suave sabor que tanto nos gusta.
Pero aunque la temporada de la calabaza no es muy extensa, podemos hacer el puré y congelarlo para utilizarlo cuando hagamos estas deliciosas croquetas.

Los demás ingredientes los tenemos habitualmente en nuestra despensa, y si la tenemos ordenada, como vimos en este artículo, siempre sabremos cual nos falta.

Con las calabazas, además de poder hacer deliciosas sopas, empanadas y calabaza asadas, también se pueden hacer estas croquetas junto con queso parmesano para hacer un aperitivo diferente.

Además, estas croquetas no llevan bechamel, así que si no te sale muy bien o tienes problemas cuando la haces, definitivamente esta es tu receta. Estas deliciosas croquetas se pueden comer durante todo el año, no tienes que esperar a que sea Halloween.

Ingredientes

  • 500 gr de puré de calabaza
  • 2 huevos
  • 65 gr de harina de trigo integral
  • 2 cucharaditas de levadura en polvo
  • 8-10 cucharadas de queso parmesano rallado
  • 2 cucharada de romero fresco picado
  • Aceite de girasol, para freír
  • Sal, al gusto
  • Una pizca de pimienta negra molida

Preparación de la receta paso a paso

Para hacer el puré de calabaza, cocemos la calabaza troceada con un poco de agua, hasta que esté blanda, y lo trituramos en la batidora hasta que quede un puré fino.
Ponemos este puré en un bol de tamaño mediano.

Batimos los huevos ligeramente con un tenedor y los añadimos al puré de calabaza removiéndolo con una cuchara de madera o una espátula.

En otro bol, mezclamos la harina, la levadura en polvo y un poco de sal. Mezclamos estos ingredientes secos con los húmedos, incorporamos el queso rallado el romero y una pizca de pimienta negra molida.

Con una cuchara de madera, mezclamos todos los ingredientes hasta obtener una masa ligera.

Ponemos a calentar abundante aceite de oliva en una sartén honda a fuego alto, cuando esté caliente, cogemos una cucharada de la masa y la depositamos en el aceite caliente para que se dore por los lados, primero por uno y luego le damos la vuelta para que se haga por el otro.

Freímos todas las croquetas hasta acabar con toda la masa, y las vamos depositando en un plato con papel de cocina para que escurran el aceite que sobra.
Estas croquetas se sirven calientes acompañadas de una ensalada o una salsa.